Por muchos años nuestra sociedad ha consumido sus recursos como si estos fueran ilimitados; sin embargo, esto ha cambiado con el tiempo, por lo que ahora hay más empresas e individuos apostando por la economía circular. A través de esta, se busca la reutilización de productos o la elección de aquellos que tengan un menor impacto medioambiental o que incluso, contribuyan a reducir el impacto que el consumismo ha tenido en el medioambiente. Es en este contexto donde surgen soluciones como los empaques flexibles.
Sostenibilidad y empaques flexibles
Los empaques flexibles son una solución sostenible, siempre y cuando pasen por procesos que ayuden a que mejoren su rendimiento, así como a extender la vida útil de los productos que protegen. Si logran esto, pueden ofrecer grandes beneficios medioambientales a lo largo de todo su ciclo de vida.
Impactan en el tiempo de vida de los alimentos
Una de las grandes ventajas de los empaques flexibles es que contribuyen a la conservación o prolongación del tiempo de vida de los alimentos; evitando así que estos se pierdan o echen a perder sin llegar a ser consumidos antes. Por ejemplo, el uso de envases flexibles con zipper es capaz de reducir, hasta en 90% la velocidad con la cual la humedad penetra en los envases.
Ahorro de costos en su transporte
Esto se debe a que los empaques flexibles tienen un menor peso y sus dimensiones pueden adaptarse al contenido. De esa manera, es posible trasladar una mayor dotación en un solo envío, reduciendo así la cantidad de camiones que serían necesarios para su movilización.
Eficiencia en el uso del material con el que están fabricado | reducción de desperdicios
Para la fabricación de los envases flexibles se usa una menor cantidad de materiales; además de menos energía. Así por ejemplo, si en la Unión Europea se llegaran a envasar todos los alimentos, en este tipo de bolsas, sería posible ahorrar hasta 26 toneladas de material envasado.
Ayudan a reducir la huella de carbono
Si se tiene en cuenta toda la vida útil del producto, desde su fabricación, pasando por los materiales con los que se elabora, el ahorro que representa en el consumo de agua, combustibles fósiles, etc., se puede decir que los envases flexibles ayudan a reducir la huella de carbono; de hecho si se usaran solo este tipo de empaques en el viejo continente, sería posible que las emisiones de CO2 se redujeron hasta en un 40%.
Pese a las grandes ventajas que ofrecen los envases flexibles, aún hay mucho que debemos hacer como sociedad para que estos contribuyan con la sostenibilidad, en mayor medida. Por ejemplo, se deben optimizar los métodos para su recolección y reciclaje luego de su consumo; e incluso ofrecer como empresas de packaging materiales con estructuras compostables y biodegradables.
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